La primer cama elástica moderna (Trampoline en inglés) fue construida en EEUU en 1936 por George Nissen y Larry Griswold, quienes se inspiraron en las redes de seguridad de los trapecios volantes del circo*. En 1942 comenzaron a fabricarlos comercialmente.

Además de la red de los trapecios, existían otros antecedentes a la cama elástica, como las redes que solían usan los bomberos para recibir a la gente que saltaba de edificios en llamas, inventada en 1887. O un juego de los Inuits, que consistía en arrojarse al aire unos a otros utilizando para impulsarse una piel de morsa.

El uso de la cama eslástica se difundió rápidamente en muchos ámbitos; en el deportivo, llegando a ser disciplina olímpica a partir del año 2000 en los Juegos de Sydney; en el uso recreacional; como entrenamiento para otras disciplinas, ya desde la segunda guerra mundial comenzó a usarse para entrenar a los pilotos militares, y después para la astronaútica, los clavados (por dar algunos ejemplos); así como en el circo, donde además de herramienta de entrenamiento se ha convertido en un acto por sí misma y ha evolucionado en variaciones que pueden ser consideradas nuevos actos, como el “Wall Trampoline” (cama elástica combinada con paredes vericales) y el “Fast Track” (una mezcla de tumbling con cama elástica).

* La red de los trapecios continúa usándose en los circos como cama elástica, un bello ejemplo es el del gran trapecista mexicano Tito Gaona, quien solía  terminar el acto con una bellísima salida (descrita por él mismo): “es el full con doble salto mortal, y caer en la red, y de ahí ser rebotado y caer sentado en el trapecio de mi hermano, o sea del cátcher, y de ahí saludar al público… es algo muy lindo y que le gusta mucho al público” (del Libro Circa Circus de Gloria Fuentes).